"Je est un autre", Arthur Rimbaud.
A ver si nos damos cuenta la gran influencia de Woody Gutrhie en el primer Dylan.
Años que vengo escuchando a este artista y en Chile dejé un libro con su biografía. La verdad siempre me sentí un poco atraído por este personaje en vista del despliegue artístico que tenía su palabra. Un día, escudriñando en una tienda Record, encontré la primera parte de sus crónicas autobiográficas. Por 75 coronas, una ganga total. Me tomó muy poco tiempo terminar este libro, a pesar que tiene unos momentos muy largos. Las partes más entretenidas las avancé de un viaje y más de una risa me sacó.
Quisiera hacer un análisis muy conciso sobre este libro, solo haciendo énfasis en un punto que llamaré la influencia de la obsesión.
En el libro hay tres épocas que se nos presentan:
a) Sus primeros años donde empieza a hacer sus primeras grabaciones y presentaciones en vivo, estamos hablando entre 1961 (cuando con 19 años llega a Nueva York a visitar a su ídolo Woody Guthrie) y 1965, año en que se publica Highway 61 Revisted, el álbum donde cambia su rumbo de músico de folk por uno de rock and roll.
b) Otra es la grabación del álbum New Morning de 1970, donde se ve a un Bob Dylan distante del entorno musical producto de un cambio de enfoque; nos encontramos en este momento a un hombre de familia que poco le importa seguir escribiendo canciones para mantenerse en una escena de la cual reniega.
c) Por último, está la época de la grabación del álbum Oh Mercy en 1989, donde vemos a un Dylan complicado por la falta de inspiración. Aborda estrategias para hacer música pero él mismo menciona que ha perdido esa chispa con la que era capaz de hacer canciones como las que lo hicieron famoso.
Yo pienso que si hubo un factor determinante que impedía al Dylan más avanzado mantenerse al ritmo del Dylan joven es la falta de obsesión. La llama creativa de los inicios de su carrera se nutría de su capacidad de nadar vivo en aguas peligrosas. Tener que arreglárselas para ganar algunos dólares extra para poder vivir mejor, cambiándose de lugar para vivir, hacerse sus propios muebles, estar inaccesible a los discos de sus ídolos; un Dylan para cual todo era nuevo, que probaba ideas para reinventarse y encontrar su sonido, un joven que compartía con mucha gente por necesidad de sobrevivir en Nueva York. Nos encontramos con un Bob que no paraba de hacer conciertos, con un fuerte estándar de trabajo bajo el cual todo lo que le rodeaba le ayudaba a hacer su música.
El genio detrás de Farnam, Shane Parrish, publicó en una de las ediciones de su newsletter:
The lazy lose to the average
The average lose to the focused.
The focused lose to the obsessed.
Explica, citando a las palabras del basquetbolista Kobe Bryant, que el peor escenario para alguien que está compitiendo es encontrarse con un obsesivo, porque esa es la persona que está entrenando ya a las 4 am o siete días a la semana. Y Dylan fue tan prolífico en su primera etapa porque su vida giraba en torno a su música. El Dylan de los 90' ya está consagrado y no tiene necesidad de publicar algo para sobrevivir, tiene familia, un yate, casas, muchas comodidades que lo alejan de atreverse a probar algo nuevo.
Por otro lado, si hablamos de influencias, el autor cuenta que cuando fue a ver una obra de teatro en Broadway quedó fascinado por la estructura musical de una canción que él llamó "Pirate Jenny". Con esta estructura de canciones luego escribiría temas como "Who Killed Davy Moore?", "It's All Right Ma', I'm Only Bleeding", "Mr. Tambourine Man" y "A Hard Rain It's Gonna Fall". La estructura de canciones de Woody Guthrie, Robert Johnson y Hank Williams fueron descisivas en la escritura del primer Dylan. Por último, Bob piensa que su natal Minnesota es cuna de grandes artistas y personajes históricos. es acaso la misma sensación que tengo por la Quinta Región de Valparaíso.
Un buen libro. Fue como un regalo de la vida encontrarme con el relato de sus primeros años musicales en las palabras del mismísimo Robert.