sábado, 4 de diciembre de 2021

Álvaro Bisama - El Brujo



Reconocer a Álvaro Bisama como uno de los escritores chilenos que sonaba en mi oído hace rato. Obvio que conozco a los clásicos, pero me quería adentrar en los chilenos. Robé por ahí un anuncio que la hacían a Matadero Franklin y conocí a Simón Soto, fui a una charla del Puerto Ideas y conocí a Diego Zúñiga; Daniel Matamala le hacía propaganda a Poeta Chileno y ahí conocí a Alejandro Zambra. Pero Bisama era lejano, pero a la vez ya me sonaba como un clásico, al menos para mí. Y es cierto, es uno de los exponentes de la novela chilena de la era post bolaño.


Toca el tema de la dictadura, algo a lo que no estoy muy acostumbrado. También toca la juventud, las drogas y la familia.


Las imágenes que se producían en mi cabeza al imaginar esta novela eran el poco espacio de la vida santiaguina; las protestas oscuras, nubladas, como aquellas marchas en Valparaíso. Los bosques inmensos de Chiloé, el cielo lleno de nubes, la playa: un pequeño lugar cerca de los roqueríos, con más piedras que arena. La casa de Chiloé: alta, grande, sombría, sobre todo con materiales de madera. En la novela se me repetían las imágenes en blanco y negro, la nubosidad, quizás porque la portada era así.